Title

CANNABIS, BARETA Y PORRO MÁS ALLÁ DE LA TRABA. INFORMACIÓN ÚTIL PARA EL CUIDADO DE LA SALUD

CANNABIS, BARETA Y PORRO MÁS ALLÁ DE LA TRABA. INFORMACIÓN ÚTIL PARA EL CUIDADO DE LA SALUD

Por: Nicolas Rojas, Psicologo

Échele cabeza

 

Una de las sustancias que más llama la atención por su cotidianidad, su uso normalizado y el gran número de lugares comunes donde la hemos compartido es el cannabis, en estos mismos lugares hemos sufrido condenas sociales producto de un organismo paternal que educa a punta de regla (policía) y castigo (sociedad que señala).

Aun así nos encontramos política y socialmente viendo grandes cambios en legislaturas internacionales y en proyectos que buscan regular la distribución, venta y consumo de ésta planta. Por tanto, si vamos a ser consumidores responsables ¿por qué no empezar por conocer el cannabis desde la raíz?

Según el informe Mundial sobre Drogas 2021, entregado por la ONU el 24 de junio de ese mismo año, alrededor del mundo existen 200 millones de personas que consumen cannabis, de esos 200 millones, 12 millones se encuentran en Sur América, de los cuales 689.589 -que logró registrar el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC)- son consumidores activos de cannabis en cualquiera de sus presentaciones a nivel nacional. Esto, según cifras oficiales.

Sin contar el número de personas que no participó de la encuesta, que no se encuentra en las cifras oficiales y pensando en que a la vez somos el tercer país con mayor número de incautaciones de cultivo de cannabis en exteriores; entre 380 y 400 toneladas anualmente. Es una necesidad informarse sobre los aspectos básicos de esta planta, pues interviene en el mundo de distintas generaciones -la encuesta del ODC también reveló que las personas prueban cannabis desde los 12 hasta los 65 años- para así, entender efectos, asumir el consumo de la misma y aprender a disfrutar de la experiencia.

  1. QUÉ ES, VARIEDADES Y MOLÉCULAS

El primer registro documentado de la planta de cannabis fue en China, aproximadamente en el 1500 A.C, se descubrió la variedad de Cannabis Sativa conocida como Cáñamo que se usó para tejer una tela similar el Lino, esta variedad del cannabis tenía usos enfocados a la manufactura; cuerdas, ropa, aceite, papel y otros derivados que surgían del tallo de la planta del cannabis y a veces de la hoja.

También tendría efectos sedantes producidos por la molécula cannabinoide llamada Cannabidiol (CBD), -molécula que se explica más adelante- pero por ahora hay que entender que los cannabinoides son los componentes químicos que secreta la flor del cannabis y que actúan de forma física y psíquica en nuestro cuerpo pues están presentes en todas las flores de las plantas.

  • El cannabis sativa es una planta alta, delgadas, de hoja estrecha que produce organismos macho y hembra, comienza como una semilla que germina para convertirse en plántula y así empezar a crecer hasta un punto máximo, si es hembra posee una carga posiblemente alta de Tetrahidrocannabinol (THC) y otras moléculas psicoactivas.

Tiene un tiempo de maduración más largo que el de la indica, enerquetiza la actividad en el cerebro, las actividades físicas y estimula la creatividad. Sin embargo, esto varía según los porcentajes de THC o CBD.

 En un tiempo determinado ésta planta dejara de crecer y enfocara su energía en el crecimiento de sus cogollos cubiertos de tricomas -parecen pequeños cristales- que entre más traslucidos más alto el subidón y entre más oscuros o ámbar, sigue habiendo un efecto de subida fuerte, pero con efectos más sedantes. Estos cogollos se cortan, se curan, se secan y … Ya están listos para ser quemados.

  • El cannabis indica es de tamaño corto, tupidas y de hojas anchas, originarias de Afganistán, Marruecos y el Tíbet, resistente a climas duros, acelera el proceso de floración y desarrolla una capa protectora de resina que al fumarse da una subida descrita como una experiencia sedante y corporal.

Las variedades de cannabis fluctúan, puede haber una cepa con 50% indica y 50% de sativa, en cuyo caso el creador decidirá bajo que sepa se nombra, lo único seguro es que el según el comité de la High Times Cannabis Cup -evento anual que reúne a todos los cultivadores más importantes de USA-, todas las cepas que tengan menos del 70% de alguna de las variedades, se asumen como Hibridas.

Otra característica general que posee la planta del cannabis tiene que ver con sus características organolépticas; sus olores intensos se dan gracias a unos aceites aromáticos ubicados en los tricomas llamados Terpenos. Existen mas de 200 según el físico Ethan Russo…

si la nariz detecta una poderosa ráfaga de intensos olores sabe que el lote fue cultivado con todo el potencial. El THC no puede olerse, pero cualquier cogollo que produzca esa cantidad de olores intensos seguramente ha sido cultivado de forma experta y cosechado en el momento o cerca del pico de potencia de la variedad. En el punto máximo de potencia de la cepa” (2016) Los terpenos más característicos son:

  • Alfa-pino: Potente broncodilatador, que con cuidado afecta las condiciones como el asma y la fatiga, tiene propiedades antibacterianas y antibióticas (Blue Dream, Sour Diesel)
  • Limoneno: Mejora el estado de ánimo, potente regulador digestivo, reduce el colesterol y ha demostrado tener propiedades anticancerígenas, combate bacterias patógenas (OG Kush, Lemon Haze)
  • El Myrceno: Se puede encontrar en la vid del lúpulo, tiene beneficios anti inflamatorios y funciona como sedante (Purple Kush, Super Silver Haze)
  • Linalol: Presente en la lavanda, ayuda regular la neurotransmisión de la serotonina, alivia la ansiedad y contrarresta el insomnio, anticonvulsivo y antidepresivo (Kush Daddy, Fire OG)

Ahora, sin importar las variedades, el cannabis posee una serie de moléculas que intervienen dentro del organismo del ser humano de distintas maneras; THC-A, CBC, CBG “existiendo evidencia científica de que pueden existir 100 más. Sin embargo, producto de su amplia variedad de usos, propiedades psicoactivas y popularidad, los más nombrados son el THC y el CBD” (Rosenthal,2020)

  • El CBD: Es la molécula polivalente más usada por la industria farmacéutica y médica al “tratar inicialmente convulsiones a gran magnitud con una efectividad del 99 % según la gravedad del caso” (Gupta, 2013) Sirve también para tratar el insomnio las náuseas y la ansiedad. Se encuentra en la resina de la flor del cannabis.

El CBD “activa los órganos digestivos y excita el sistema cerebral, en dosis altas funciona como un leve sedante” (Lee, 2012) Se usaba en preparaciones a base de alcohol y tintura para calmar la sensación de frustración, sirve para curar dolencias, náuseas, malestares producidos por la epilepsia, espasmos dolorosos, dolores causados por los cólicos menstruales y el insomnio.

  • Por otra parte está el THC: la molécula más famosa de la planta, ayuda a tratar de prevenir el cáncer y otras enfermedades como el Alzheimer, es la molécula que puede hacernos sentir eufóricos, felices y hambrientos. Demasiado THC puede provocar una mala experiencia, por lo que siempre hay que ir despacio y con una dosis baja si no se está seguro de cómo afectará.

Inicialmente el cannabis tiene unos niveles de THC del 12% a 20% según la variedad, pero con los cruces genéticos a los que se ha llegado, hoy estamos hablando de cepas de hasta el 35%, producto de la demanda de consumidores que buscan plantas más potentes.

  1. ¿QUÉ PASA AL CONSUMIR CANNABIS?

Al consumir cannabis, los cannabinoides se unen a unos receptores que posee el cuerpo humano llamados CB1 y CB2. Cada cannabinoide tiene un efecto distinto, por ejemplo, el THC se conecta con el receptor CB1 y por eso se obtiene una sensación de euforia, pero el CBD no se une fuertemente a estos receptores, de ahí sus efectos aparentemente no psicoactivos.

Éste proceso de conexión está mediado por el Sistema Endo-Cannabinoide: El THC y el CBD -y los más de 100 cannabinoides que posee la planta del cannabis-, interactúan con este sistema de comunicación molecular natural del cuerpo humano que produce persé sus propios cannabinoides, cuyos receptores buscan regular y mantener en equilibrio el cuerpo humano.

Los receptores cannabinoides del cuerpo humano están concentrados en los ganglios basales, el hipocampo y el cerebelo, que controlan la cognición y el movimiento. Este sistema -llamado así por la planta misma- encaja los cannabinoides naturales del cuerpo con los de la planta de la marihuana, como una cerradura con una llave.

Es el encargado de controlar el estado de ánimo, experimentar placer y alterar los mensajes neuronales del cerebro por parte de los cannabinoides. De ahí que según la cantidad de THC y el estado de ánimo “pueda expandir su conciencia o entrar a un callejón sin salida de introspección hipercrítica” (Rosenthal, 2016)

Este proceso de regulación corporal varía según las formas en las que consumimos cannabis, desde cigarrillos armados –porros- y alimentos, hasta vaporizadores y bongs. Podemos agrupar estas formas de ingesta en tres categorías esenciales, 1. inhalación (humo o vapor) 2. ingestión oral (cuando el THC está dentro de bebidas, comidas o cápsulas) y de forma subcutánea, usada como pomada o tónico calmante.

  1. FORMAS DE CONSUMIR Y REDUCCIÓN DE RIESGOS

Al hablar de inhalación de humo puede hablarse de tres (3) formas de consumir usando tres objetos distintos; Porros, pipas y bongs. En el caso de la inhalación de vapores, hablaremos de dos objetos en particular, vaporizador y nails, haciendo énfasis en los concentrados y temperaturas de calefacción, pues de éstos depende en gran parte la experiencia de inhalar vapor.

1) INHALACIÓN

  1. A) Humo y combustión: porros y pipas

La forma más clásica de consumir cannabis, se toman los trozos secos de la flor del cannabis, que ya ha sido curada, se rompen en trozos más pequeños para que quepan en el papel de arroz que se va a enrollar y se unen mediante una pequeña lamida del borde interior del papel. Esta forma de consumo es el clásico Joint, porro o porrito

Al hacer combustión con el cigarro o la pipa, “las moléculas se introducen en los pulmones y son acompañadas a través de los alvéolos hasta el torrente sanguíneo, donde inmediatamente comienzan a unirse a los receptores de todo el cerebro y el resto del sistema nervioso” (Shcmadder, 2017) este proceso llamado descarboxilación permite que los efectos psicoactivos del THC se den.

Es bueno recordar que al haber pipas de madera, metal, vidrio y cerámica -la mejor opción son las últimas pues son las más fáciles de lavar-. También permiten el uso de una vara de vidrio con forma de pezón en la punta que, al ser calentada y luego presionada en el bowl, hace que el cannabis se caliente durante unos segundos, generando una descarboxilación regulada de igual forma y evitando el traspaso de material excesivamente quemado.

La descarboxilación es según Ed Rosenthal experto en biología del cannabis “Cuando la marihuana produce THC-A, un ácido con el grupo carboxílico (COOH) unido. En su forma ácida, el THC no es muy activo. Sólo cuando se elimina el grupo carboxilo, el THC se vuelve psicoactivo. Cuando se fuma el cannabis, el THC que se encuentra detrás del punto caliente se vaporiza a medida que el aire caliente de la combustión pasa por el porro hacia el material no quemado” (2014)

  • Dosificación
  • Si la concentración de THC es de 2% a 5% “y el porro promedio -según el National Institute on Drug Abuse (NIDA) en USA- tiene 700 mg de flores: De 20% – 37% del THC llega al consumidor en forma de humo principal, de 23% a 30% se destruye en la combustión y entre el 40% y el 50% pasa al humo lateral. Significa que hay 140 miligramos de THC disponibles en cada porro” (Martin, 2017 pp. 148)
  • Si la concentración de THC es de 17% -según Bedrocan, empresa que cultiva cannabis farmacéutico para el Ministerio de Sanidad holandés- y hay 700 mg de flores: tendríamos que duplicar y casi triplicar las cuentas. Entre 47% – 60% llega al consumidor en forma de humo, de 33% – 40% se destruye en combustión y 12% – 15% para el humo lateral, entonces hay casi 420 miligramos de THC disponibles en cada porro.
  • La concentración promedio de THC en Colombia es entre 1,87% a 18,5% (Ciena, 2017) Según el informe; Principios para una Regulación Responsable del Adulto del Cannabis en Colombia (2019) Es así de relativo ya que al no haber un mercado regulado cualquier cultivador puede establecer sus niveles de THC. Pero supongamos que, si es de 18,5% con 700 mg de flores, los resultados serían parecidos al de Bedrocan.

Además de los porcentajes de concentración es importante tener en cuenta la duración de las caladas y las pausas entre éstas. En el estudio que se hizo de Bedrocam “primero se daba una calada de dos segundos, con pausas de quince segundos, treinta segundos y sesenta segundos entre cada calada. Luego cada participante hizo caladas más cortas, cada dos, tres y cuatros segundos… Como resultado el porcentaje de THC en la sangre subía abruptamenteentre más corta era la pausa” (Martin, 2017 pp.148)

Pero a la vez Martin dice “La calada corta de dos segundos, con pausas de cada treinta segundos y cada sesenta segundos, produjo de manera moderada casi la misma cantidad de THC que las producidas con las caladas de pausas cortas (de dos, tres y cuatro segundos)” produciendo alrededor de 22 nanogramos por mililitro (ng/ml)

Con estos resultados continúa el experimento, y a los mismos sujetos que tenían ya en su sangre niveles de THC de 22 nanogramos por mililitro, se les pide que realicen nuevamente  caladas de dos segundos con intervalos de quince y treinta segundos, el resultado fue que “(…) al momento de realizar la calada con una pausa de quince segundos se duplicó el consumo de THC, hasta 44 ng/ml.”

Esto quiere decir, y en conclusión, que es recomendable hacer caladas promedio de 2 segundos con intervalos de 1530 segundos pues los niveles de THC suben moderadamente, el sistema de descarboxilación y suministro de THC se mantiene en funcionamiento constante absorbiendo más THC, y hay menos absorción de cancerígenos. A manera de ejemplo, es como si se estuviese recorriendo diez cuadras a una velocidad promedio trotando, a estar deteniéndose en seco en cada semáforo para arrancar nuevamente con toda la velocidad… El corazón y los pulmones se sobre exigen.

  • Riesgos al inhalar humo

Hay daños en la función cardiovascular pues toda combustión contiene toxinas y carcinógenos, esto implica una exposición cardiovascular de los pulmones, pero no tan grave como la producida por el tabaco. A pesar de esto “investigaciones recientes han demostrado que la exposición pasiva al humo del cannabis probablemente perjudica la función cardiovascular, incluso más que el humo pasivo del tabaco” (Martin, 2017)

Un segundo efecto recientemente descubierto es que la exposición al humo de segunda mano -humo exhalado por otra persona- del tabaco afecta la vasodilatación de los vasos sanguíneos. A pesar de este efecto negativo, hay que aclarar que es producto de la combustión de biomasa vegetal y no del THC o el CBD.

  1. B) Humo y combustión: En bongs

A pesar de que hay una similitud en los valores antes dados en cuanto a humo y combustión, dosificación y riesgos, pues la flor cuando es trillada se deposita en una boquilla (bowl) que poseen los bongs es muy parecida al de la pipa, es necesario hacer unas anotaciones sobre el proceso de combustión.

En el bong hay una combustión tradicional, se quema cannabis, se distribuyen cannabinoides como THC y CBD, algunos terpenos, pequeñas partículas de ash, componentes que no se desean de la combustión tradicional (cancerígenos, etc.) y poli carbonos. Se cree que los bongs filtran más cannabinoides psicoactivos solubles en agua, que alquitrán y policarbonatos…

  • “Significa que el usuario tiene que fumar más hierba para conseguir un subidón efectivo, porque la proporción entre alquitrán y cannabinoides se inclina ahora más hacia el alquitrán” Dice Kenji Hobbs (2017) manager de un pot shop en Seatle.

Sin embargo, a mediados de 1990, la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS) junto a Dale Gieringer coordinador de la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML) descubrieron que…

  • “El uso de un bong para fumar marihuana, en realidad filtra los contaminantes y los cannabinoides en igual medida y con creces. Haciendo que los bongs sean ineficaces para mejorar la proporción de THC/alquitrán en el humo del cannabis”.

El bong, informaron, “producía un 30% más de alquitrán por cannabinoides que un porro sin filtro”. Esto, en conclusión, implica que los bongs son ineficaces a la hora de aumentar la cantidad de cannabinoides en el humo de la combustión. No hay ningún beneficio para la salud, y se está perdiendo una gran cantidad de THC en el proceso de filtrado.

Esto, sumado al mecanismo de carburación del bong, donde la calada es más suave pues al pasar el humo de la combustión por agua, hace que la calada se enfríe -y por tanto haciéndola mucho más imperceptible-, más los diámetros de la base del bong, usualmente amplios y los tubos de salida igualmente anchos, hacen que salgan proporciones desmesuradas y exageradamente grandes de THC y alquitrán. Inhalando de forma inesperada cantidades que pueden causar sobredosificación.

Es cierto que parte de la filtración de alquitrán queda en el agua, y de ahí su color marrón pero esto no es suficiente para contrarrestar la reducción de restos ante las fuertes y no esperadas inhalaciones del bong.

  • Dosificación

Ya que las boquillas (bowls) tienen un tamaño regular y teniendo en cuenta que la finalidad del bong es acumular una gran cantidad de humo, las recomendaciones se orientan a la optimización del agua dentro del bong.

  • Es aconsejable lavar el agua del bong con bastante frecuencia ya que dentro de ésta se van acumulando capas de alquitrán, de ahí el color café oscuro que va tomando con el tiempo, si no se hace, el contenido del agua puede cambiar el contenido y la naturaleza final del humo.
  • En 1970 el investigador Nicholas, V. Cozzi, viendo las discusiones que hay alrededor del bong, la falta de bibliografía existente en su momento, y estando al frente del desarrollo de vapeadores como mejor alternativa para el consumo, concluye sus estudios con la siguiente frase . “La forma más fácil para la mayoría de los fumadores de evitar las toxinas nocivas del humo, puede ser simplemente fumar marihuana más fuerte, es decir, considerar más cannabinoides por unidad de materia vegetal.” (Martin, 2017 pp.135)
  • Riesgos generales
  • El gas absorbe los componentes desnaturalizados del agua sucia, como las moléculas de origen vegetal que han sido totalmente oxidadas durante la combustión, y ese intercambio se produce a través de las burbujas. Por eso se habla de limpiar el bong, asegurarte de que la cámara y el agua están bastante limpias si quieres asegurar un sabor sin adulterar.
  • Algunas personas cambian el agua del bong por alcohol, esto no es aconsejable ni seguro, inhalar vapores de alcohol es tóxico. 
  • Como se dijo anteriormente las bocanadas del bong al ser más suaves e imperceptibles pueden terminar sobredosificando la cantidad que se desea realmente consumir, generando golpes de calor súbitos a quien no está preparado para tal cantidad.
  1. C) Humo y combustión: En vaporizadores

Con los vaporizadores no hay humo, -hay vapor- y hay dos formas de vaporizar –no combustionar- la flor del cannabis. En la vaporización los concentrados o las flores de cannabis se calientan a una temperatura en la que cannabinoides y terpenos crean un vapor inhalable. A diferencia de cuando se prende un porro de cannabis, la vaporización se caracteriza por calentar el cannabis a temperaturas bajas, liberando terpenos y cannabinoides en un vapor inhalable.

En el 2007 Donald Abrams, investigador de la Universidad de California publicó un estudio en el que se comparaba el THC de la combustión en porros y pipas en relación al vapeador Volcano -uno de los primeros vaporizadores en el mercado y a la vez uno de los más famosos en U.S.A- Sam Martin en el libro The leafly Guide to Cannabis, pública tales resultados

“En comparación con un porro fumado, el Volcano producía mucho menos alquitrán, monóxido de carbono y otros subproductos de la combustión, a la vez que proporcionaba niveles de THC en sangre casi idénticos. El vaporizador capturó el 54% del THC de la flor, en comparación con el 20% a 37% disponible en un porro.” (2017 pp.150)

Además de esto la vaporización conserva los sabores y los matizados de la flor del cannabis, contrario a lo que hace la combustión, que puede llegar a quemar aromas, sabores y efectos psicotrópicos. Y si lo sumamos a la ventaja más innovadora del vaporizador que es controlar los niveles de vaporización, comenzando en los 121°C, -mientras que la combustión del porro no puede estar debajo de los 230°C-, estamos ante una herramienta útil.

Su utilidad se da incluso en su proceso de vaporización, entendido como calefacción; En la calefacción se extraen los ingredientes de la planta convirtiendo los cannabinoides en vapor, este control de la temperatura del vapor permite controlar el nivel de emisión de terpenos y cannabinoides, es posible incluso emitir algunos a temperaturas específicas.

  • Calefacción conductiva: Dentro del vaporizador hay un pequeño plato o superficie caliente de metal, se calienta a una temperatura ideal, dirigiendo el calor a través de una cámara convirtiendo terpenos y cannabinoides en vapor. La conducción es inmóvil (piensa en metal contra material vegetal)
  • Calefacción convectiva: No hay contacto con algún elemento caliente, se calienta el aire donde se encuentra la flor o resina de cannabis, una vez caliente el aire que contiene terpenos y cannabinoides, pasa a la boquilla donde se inhala el producto final.

Esta clase de calefacción usualmente se da en un espacio de cerámica o de acero inoxidable del vaporizador. La convección requiere líquido o gas para mover la energía (piense en el vapor).

La vaporización no solo cambia según el tipo de calefacción que se haya escogido, sino el uso que se le da al vaporizador. Esto dependerá de si se va fumar en casa, si se quiere controlar las temperaturas a un nivel especifico o si interesa vaporizar más flores que aceites o viceversa. A grandes rasgos se puede hablar de tres tipos de vaporizadores en el mercado

  • Vaporizadores de mesa: Vaporizadores para usar en casa, viene generalmente con una boquilla y una bolsa que permite inhalar una vez, permite ajustar la temperatura y mantener el sabor de la flor. La precisión puede ser tal que por ejemplo puede ajustarse para calentar a una temperatura donde terpenos como el pineno “que suele ayudar al estado de alerta y la memoria” solo aparezcan a la temperatura de los 155°C.
  • Vaporizadores portables de flores: Pequeños, usan batería y con una cámara para la flor del cannabis, manejan un rango limitado de temperatura por tanto tienden a quemar al máximo la flor para sacarle el mayor provecho, a pesar de esto se aconseja comenzar en temperaturas bajas hasta llegar al máximo promedio
  • Vaporizadores portables de aceite: Contienen cápsulas de aceite por tanto no requiere carga de batería. El cartucho es de aceite cilíndrico sellado, se enrosca directamente en la batería, también se pueden rellenar con aceite de cannabis propio. Las vaporizaciones de aceite entran suavemente y duran mucho tiempo.

El subidón que produce el aceite usualmente tiene efectos más cerebrales que corporales, cosa que puede variar según la marca o el tipo de aceite y suelen diluirse con propilenglicol, también utilizado en los cigarrillos electrónicos.

Luego de decidir el tipo de calefacción el consumidor decide bajo qué temperaturas del cannabis va realizar la calefacción, sea en forma de flores (cogollos),  concentrados en aceites, o concentrados en textura como el wax.

Estos concentrados se extraen utilizando CO2, butano, hidrocarburos propano, agua, alcohol y calor. Los extractos sin disolventes elaborados con agua, por ejemplo el hachís, son excelentes opciones para aquellos que desconfían de cómo les puede afectar el consumo de disolventes.

Si se desea dosificar las temperaturas, presentamos unas medidas, que según Bayley Rhan (2017) editor del portal Leafly, corresponden a un ejercicio de caladas a temperaturas varias con un vaporizador de mesa.

  • Entre 154°C y 165°C (Temperatura baja)

Efectos suaves pues hay una relajación sutil. Este nivel permite sentir con mayor fuerza los terpenos, y levemente el nivel de THC. Ajuste perfecto para aquellos que desean mantenerse productivos y funcionales, novatos en el cannabis y / o cualquier persona sensible a los efectos secundarios del THC.

  • Entre 165°C y 187°C (Temperatura moderada)

Niveles de euforia moderada, conciencia sensorial, elevación y relajación aún funcional. Se abre el apetito y da un poco de riza, se empieza a sentir el subidón del THC

  • Entre 187°C y 225°C (Temperatura alta)

Intensa euforia , sueño, relajación, se obtienen los terpenos linalol (reduce la ansiedad, aumenta la calma) y cannabinoides como el THCV (energético y aumenta el apetito) Sin embargo es importante recordar que son temperaturas cercanas a la combustión, el vapor puede ponerse humeante y duro para los pulmones

Estas temperaturas son relativas pues es difícil saber los componentes del cannabis que se compra de manera ilegal producto del mercado no regulado, sin embargo si se tiene la posibilidad de comprar sepas y de saber sus cannabinoides es más fácil aplicar los consejos antes dados en tu autocultivo.

  • Riesgos generales

Sobre la reducción de riesgos en el vapeo puede decirse que ya ha sido demostrado la mejora en la salud de usuarios que pasaron de fumar cigarrillos y derivados del tabaco al vaporizador y los concentrados de Cannabis, además de los que se han venido nombrado en el texto. Clive Bates (2019) y el profesor David Nutt (2021) científicos y editores del portal Drug Science plantean dilemas en los que responden sobre los riesgos y la desmitificación del vapeo, acá mostramos los más importantes y un último punto que vale la pena desmenuzar por ser un caso “reciente”.

  • Vapear es 25 veces menos dañino que fumar cigarro, esto aparte de tener fundamentos químicos se supo midiendo las variables de la fig #1 fig #2 –ubicadas en los anexos- donde se hablaba desde la mortalidad del producto hasta los costos económicos. Puntuando siempre alto el cigarro y el alcohol en relación al cannabis
  • En el 2019 Australia hizo un estudio usando el Multi-criteria Decision Analysis (MCDA) en este 25 expertos puntuaron 22 sustancias bajo 16 criterios (Bnomo & Norman, 2019) donde en ningún caso apareció el cannabis.
  • Los vaporizadores han ayudado a que a la gente deje de fumar; como en el caso de Filipinas, donde 24% de los adultos -42% hombres- pasaron de la combustión en tabaco a la vaporización “gracias a la evidencia en espacios controlados, estudios observacionales, información demográfica del espacio y testimonios” (Nutt 2021)
  • Se argumenta que el vapeo es un producto que apela a adolescentes, pero ¿y cual producto ilícito o parafernalia para hábitos nuevos no lo hace?
  • Los sabores que contienen las cápsulas deberían reservarse para adultos; es como si le quitaran los sabores a la pizza, haciendo así que se promueva un mercado negro de sabores, haciendo que los jovenes se expongan a recetas desconocidas. Lo que sí es cierto es que es bueno tener cuidado con los nombres llamativos.
  • Hay casos sobre daño a los pulmones y muertes relacionadas al uso del vaporizador, pero “estos casos tienen como fondo el uso de un aditivo usado para espesar el THC llamado Acetato de Vitamina E y otros aditivos” (Bates, 2019)

La vitamina E o en este caso, el acetato de vitamina E se encuentra en aceites vegetales, cereales, carne y fruta, se puede usar en la piel como tópico. Este acetato no había sido probado en forma gaseosa y el 25 de Febrero del  de 2020 el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en USA (CDC) lanzó una alerta sobre Brote de lesiones pulmonares asociado al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo.

Estas lesiones pulmonares tienen como nombre EVALI, -infecciones patógenas de las vías respiratorias inferiores, que provocan por ejemplo; neumonía, problemas del sistema inmunitario, neumonía en personas con respiradores, y síndrome de dificultad respiratoria aguda- La CDC también reporta algunas muertes con alarmismo y amarillismo pero aún no se conocé las cifras oficiales.

Este es posiblemente uno de los casos más sonados sobre daños y riesgos del vapeo, pero hay que tener varios argumentos en cuenta. Lo primero es que los casos que fueron reportados aceptaron que la compra de las cápsulas que contienen acetato de vitamina E fueron compradas de forma ilegal, por tanto si se hubiese regulado desde antes, el estudio de estos componentes hubiese sido de utilidad para evitar los casos que llegaron al 2021

Segundo, es posible que al acetato de vitamina E haya llegado a producir efectos tóxicos producto de la exposición a otros aditivos alternativos y no por sí mismo, también por qué estas afectaciones al sistema pulmonar solo ocurrieron con unos casos particulares y no con todo usuario de vaporizador. Tercero,  tras la entrada al mercado del acetato de vitamina E, hubiesen sido informadas ya muchísimos más reportes de éstas afecciones, que aún no existen.

Y cuarto -aquel que me parece más importante-, si Clive Bates, lanzó una alerta sobre el uso de éste producto en Octubre del 2019, por qué la CDC de USA sigue alarmando desde el mismo año como si el aumento de cifras fuera la mejor forma de reducir riesgos. Tampoco hay un estudio sobre la tolerancia que tenían estos consumidores a la hora de vapear y tampoco un estudio demográfico de qué población fue la que sufrió lesiones pulmonares. Ni mucho menos acciones institucionales ante éste fenómeno.

También es bueno tener en cuenta que los riesgos en relación al vapeo es una lucha constante de verdades y de diversas fuentes, en éste sentido:

  • Recuerde que los estudios que encuentre sobre el vapeo en relación a la combustión tradicional, requieren de una relación real en cuanto a sustancias, por ejemplo. No se puede juzgar bajo el mismo factor tiempo, los efectos de la combustión a la de la vaporización, pues la vaporización tarda segundos, mientras que en la combustión se puede estar hasta media hora.
  • Es importante pensar la acción de vaporizar en relación a la sustancia y al set n setting, pues varias publicaciones se han atrevido a decir que el acto de vapear genera contracciones en la arteria aorta parecidos a los que produce el café o a los que producen ver una película de miedo… Midiendo papas con yucas como si fueran lo mismo.
  1. C) Humo y combustión en el Dabbing (Nail)

En la vaporización y particularmente en la calefacción conductiva, se transforma el cannabis en humo o vapor que fue puesto sobre un plato caliente . En el dabbing, el plato caliente es una pequeña uña / nail del tamaño de medio grano de arroz, que calienta a temperaturas extremadamente altas, requiere de un pequeño soplete, una pipa de agua,  una uña que se ajuste a la tubería de la pipa y un domo, es una campana de cristal que rodea la uña y donde se atrapa el vapor.

La uña se calienta entre  900 y 1000 grados C, comienzan  a caer unos aceites que producen pequeñas burbujitas, como si se estuviera friendo un huevo en un sartén, esas marcas de carbón que se crean son de combustión. Y en menos de 1 minuto se está listo para un dab.

Según la redacción  de la revista Cáñamo “Los concentrados de cannabis se llaman dabs por una razón en la opinión de muchos consumidores de cannabis. Esa razón es porque sólo un dab (una pizca, en inglés) será suficiente” (2020)

  • Dosificación

La cantidad de THC que poseen los extractos es variada, entonces la primera recomendación es preguntar siempre por la potencia del aceite o la concentración de THC de las flores… Una dosis pequeña NO es más grande que una migaja de pan, luego de tener la dosis se deposita en la campana del domo que recubre la uña.

Es recomendable consumirla mientras están bien hidratados, el agua puede prevenir muchos efectos displacenteros del THC, se recomienda estar sentados y deben esperar al menos treinta minutos antes de tomar otra dosis.

En el dabbing, “las vaporizaciones golpean el paladar con una ráfaga de terpenos, seguida de un intenso y claro subidón que comienza en la frente y se extiende desde como un charco de calor” (Bienenstock, 2016 pp.58).

  • Riesgos generales

Los dabs pueden desestabilizar el sistema endocanabinoide debido a la sobreestimulación del organismo por la intensidad del THC, también no es de extrañar que no se sienta algun sabor pues los terpenos tienden a desaparecer rápidamente ya que son altamente sensibles al calor, esto es importante si se está buscando un sabor en particular, por eso no es raro que a los concentrados o aceites se les agregan esencias extras.

  1. ABANDONO DE LA SUSTANCIA DEL ORGANISMO

El cannabis se distribuye y abandona el organismo en cuatro fases; Absorción, distribución, biotransformación, acumulación y eliminación. Estos son los Aspectos Toxicológicos.

  • Fase de absorción: Vía fumada las concentraciones máximas se alcanzan entre 7 y 10 minutos después, los cuales están sujetos a las variables individuales que antes les contábamos -varían según la alimentación que hayas tenido antes del consumo, el estado anímico del momento-, con una aspiración más puede pasar de 20 a 30 minutos, y se extienden hasta por un máximo de 3 a 4 horas. Dependiendo del número de caladas, la concentración de THC y el tipo de planta.
  • Fase de distribución: Los componentes del cannabis son poco hidrosolubles -casi no se diluye en agua- pero altamente liposolubles -diluible en aceites grasos; por tanto más del 95% se transportan unidos a las proteínas, especialmente lipoproteínas por lo que solo una pequeña proporción se difunde al sistema nervioso central, que entra al cerebro en un porcentaje de aproximadamente, el 1% de lo absorbido.

“El tetrahidrocannabinol tiene una alta distribución y rápida vascularización a todos los tejidos, dentro de los cuales se incluye al cerebro.” (Tellez Mosquera, 2013) Recuerde, la vida media del a 9 tetrahidrocannabinol se ha calculado en 4 horas aproximadamente.

  • Fase de metabolismo o biotransformación: El cannabis y sus componentes se metabolizan principalmente en hígado a través de las enzimas de la familia citocromo p-450 y la isoenzima 2 C19, mediante mecanismos de hidroxilación, oxidación, epo-oxidación, glucuronoconjugación
  • Fase de excreción o eliminación: En general la excreción de los metabolitos del cannabis se realiza rápidamente: en un 60% por vía enterohepática (materia fecal) y en un 40% por vía renal (orina). Cerca de la mitad de su concentración se elimina en las 24 horas Se estima que las 2/3 partes de la sustancia que ha sido absorbida se excreta en aproximadamente 1 semana, mientras que la totalidad del cannabis absorbido puede durar hasta 1 mes en excretarse.

Esta eliminación lenta se explica por la liposolubilidad, alta unión a proteínas y el fenómeno de redistribución, características del cannabis. Además, debido a sus características químicas, se pueden detectar productos metabólicos en orina y plasma hasta 8 semanas en consumidores habituales. Si tiene una entrevista de esas donde le piden examen médico, váyase preparando.

Anexos:

Fig1

Fig 2

 

Bibliografía

  • org. 2022. What is CBD? Definition of Cannabidiol & CBD Oil. [online] Available at: <https://bit.ly/3uSi315> [Accessed 2 February 2022].
  • Centers for Disease Control and Prevention. 2022. Brote de lesiones pulmonares asociado al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo. [online] Available at: <https://bit.ly/3HYBxEX> [Accessed 15 January 2022].
  • Centers for Disease Control and Prevention. 2022. Brote de lesiones pulmonares asociado al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo. [online] Available at: <https://bit.ly/3HYBxEX> [Accessed 15 January 2022].
  • Nutt, D., 2022. Drug Science submission to the WHO enquiry on vaping. [online] Drug Science. Available at: <https://bit.ly/3sM0ZqZ> [Accessed 12 February 2022].
  • United Nations,Division for Policy Analysis and Public Affairs., 2021. DRUG MARKET TRENDS: CANNABIS OPIOIDS. Viena, Austria, pp. 11-57 https://bit.ly/378h0AX
  • The vaping crisis – Questions and answers by Clive Bates, 2019 https://bit.ly/3M2nArb
  • Hanna, A., 2018. What is BHO?, From extraction to consumption, here is everything you need to know about butane hash oil (BHO). [online] https://hightimes.com/. Available at: <https://bit.ly/3BsTVn9> [Accessed 10 February 2022].
  • Martin, S., 2017. The Leafly Guide to Cannabis, A Handbook for the Modern Consumer. 1st ed. New York: Hachette Book Group, pp.17 – 298.
  • Schmader, D., 2016. Weed, the users guide. A 21st century handbook for enjoying marijuana. 1st ed. Seatle: Sasquatch Books, pp.29-149.
  • Binestock, D., 2016. How to Smoke Pot Properly. 1st ed. New York: Penguin Random House, pp.42-71, 103-125.
  • Rosenthal, E., 2014. Beyond buds, marijuana extracts: hash, vaping, dabbing, edibles & medicines. 2nd ed. Piedmont, CA: Quick American, pp.13-72, 113-171.
  • Estimating the Harms of Nicotine-Containing Products Using the MCDA Approach. [ebook] European Addiction Research, pp.2-8. Available at: <https://bit.ly/3uWamHe> [Accessed 15 February 2022].
¿Eres mayor de 18 años? Este sitio web requiere que seas mayor de edad
Send this to a friend