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Sumisión Química. ¿Qué es y cómo prevenirla?.

Sumisión Química. ¿Qué es y cómo prevenirla?.

Los casos de hurtos y abusos sexuales donde las víctimas estuvieron en estado de indefensión y bajo los efectos de alguna sustancia, no son especialmente sorpresivos. Al contrario, gracias a las redes sociales, estos casos se han difundido en mayor medida, pero al mismo tiempo no hay claridad sobre las sustancias químicas, ni la forma en que fueron suministradas; ni los efectos que les produjo a las víctimas. Además, los medios de comunicación son resonantes a la palabra “escopolamina”, sin que haya la verificación por un procedimiento forense pertinente.

Los casos de sumisión química son difíciles de monitorear, también es difícil conocer de forma certera la prevalencia de las sustancias utilizadas, puesto que muchos de estos casos nunca se denuncian, o las víctimas no reciben tratamiento médico adecuado, ni son remitidas a análisis toxicológicos, o bien, la denuncia se presenta tan tarde que se entorpece la investigación. Por esta razón, el número de estudios epidemiológicos sobre sumisión química no es muy alto.

Además, el uso no médico de medicamentos de venta libre o bajo prescripción que tienen efectos sedantes e hipnóticos tales como benzodiazepinas, fenotiazina, antidepresivos tricíclicos, hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos y algunos antihistamínicos, se ha convertido en un fenómeno en expansión y un reto para los análisis forenses.  En este sentido, se presenta a continuación una información divulgativa sobre aspectos generales de la sumisión química y algunas recomendaciones a tener en cuenta, que puedan ayudar a combatir el aumento de estos casos.

¿Qué es la sumisión química?

Es el uso de una sustancia psicoactiva con fines delictivos, de forma que se pueda manipular las decisiones de las personas o modificar su comportamiento. En tales casos, los efectos farmacológicos de la sustancia suministrada evitan que la víctima se encuentre en condiciones de prestar su consentimiento legal o de presentar resistencia a su atacante.

La sumisión química también es denominada como delito facilitado por drogas (DFD), la cual es una expresión general que abarca la violación y otras agresiones sexuales, el robo con violencia o intimidación, la extorsión y los malos tratos deliberados; donde la víctima se encuentra bajo los efectos de sustancias psicoactivas (SPA). Ahora, la agresión sexual facilitada por drogas (ASFD), que es un subconjunto de DFD, se produce cuando alguien se ve sometido a actividades sexuales mientras está incapacitado o inconsciente por los efectos del alcohol u otra SPA, y no puede oponerse a esas actividades ni dar su consentimiento.

Se establecen dos tipos de ASFD:

  • Premeditada o proactiva: circunstancia en la cual quien ataca le proporciona a su víctima una sustancia incapacitante o desinhibidora con el objetivo de someterla sexualmente.
  • Oportunista: actividad sexual con alguien que está prácticamente inconsciente, debido al consumo voluntario de alcohol, medicamentos o drogas de abuso.

¿Cuáles son los efectos producidos en la sumisión química?

  • Sedación, como disminución del estado de consciencia la cual perturba la capacidad de vigilia y atención, y a su vez produce relajación física disminuyendo la respuesta ante una agresión.
  • Amnesia anterógrada, es decir la incapacidad de recordar hechos recientes que no se guardan en la memoria a largo plazo.
  • Efectos alucinógenos con desorientación temporal y espacial.
  • Desinhibición, la víctima puede llegar a aceptar situaciones que en condiciones normales hubiera considerado inaceptables.
  • También puede darse depresión cardio respiratoria y muerte.

¿Qué tipo de sustancias se emplean en la sumisión química?

Las sustancias más frecuentemente implicadas en estos delitos son depresores del sistema nervioso central (SNC). En general, suelen presentar las siguientes características:

  • Son sustancias de acción rápida y de corta duración. De esta manera se facilita el control de la víctima por parte del agresor y se evita la posibilidad de levantar sospechas.
  • Sus efectos son inespecíficos y pueden confundirse fácilmente con los producidos por una intoxicación etílica o alguna enfermedad.
  • Son sustancias fáciles de obtener tales como el etanol o algunos medicamentos que pueden venderse con o sin prescripción.
  • La administración a la víctima se realiza de forma discreta, normalmente vía oral y mezclado con algún tipo de bebida que permita enmascarar el sabor y el color. Si se utilizan bebidas alcohólicas se pueden potenciar los efectos de la sustancia agregada.
  • Suelen ser sustancias insípidas, incoloras, inodoras y muy solubles en medio acuoso.
  • Suelen causar los efectos a dosis bajas.

¿Cuáles son las sustancias psicoactivas que se suelen emplear?

Alcohol (etanol): es la sustancia que más frecuentemente se ha asociado a este tipo de delitos ya que es fácil de encontrar y de usar. El etanol tiene la característica de alterar el juicio, de reducir inhibiciones, y en grandes dosis puede producir la pérdida del control corporal y de la consciencia. En muchas ocasiones la víctima consumió alcohol voluntariamente y el agresor aprovecha el estado de embriaguez. En estos casos, suele ser frecuente que la víctima presente una mayor vulnerabilidad sexual.

Los síntomas de intoxicación van desde un afecto expansivo hasta cambios de humor descontrolados, mareos, falta de coordinación motora y desorientación mental. En casos más severos de intoxicación, las funciones del SNC pueden estar bastante deprimidas, causando una condición similar a la anestesia general y progresando al coma etílico. A menudo se observa que medicamentos como las benzodiacepinas y otras sustancias como GHB y ketamina, se mezclan con alcohol para potenciar los efectos depresores.

Benzodiacepinas: Constituyen una amplia familia de medicamentos entre los que se encuentran el alprazolam, midazolam, flunitrazepam, oxazepam, diazepam, lorazepam, clonazepam, entre otros. En el contexto médico se usan como sedante-hipnóticos y ansiolíticos para manejar estados de agitación psicomotora. Entre sus efectos también se encuentran la somnolencia, incoordinación motora, dolor de cabeza, visión borrosa, vértigo, dificultad para concentrarse y ejecutar tareas cognitivas, bradicardia, amnesia anterógrada y disminución de tasa cardiorrespiratoria. Su combinación con alcohol es potencialmente peligrosa.

Barbitúricos: Los barbitúricos exhiben propiedades farmacológicas similares a las de las benzodiazepinas y pueden ser prescritos como medicamentos para el tratamiento del insomnio, convulsiones y epilepsia. Dentro de los efectos se encuentran la depresión respiratoria, hipotermia, lesiones cutáneas ampollosas, neumonía por aspiración, movimientos involuntarios de los ojos, dificultad para hablar, somnolencia hipotermia, insuficiencia renal, necrosis muscular, hipotensión, hipoglucemia, coma y muerte.

Hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos: Dentro de estos medicamentos se encuentra los fármacos Z, tales como la zopiclona, ezopiclona y zolpidem que son prescritas para el insomnio. Tiene menos propiedades relajantes musculares en comparación con benzodiazepinas y además pueden producir desinhibición, pasividad, amnesia anterógrada, confusión, mareo, psicomotor, nerviosismo y alucinaciones.

Antihistamínicos: Los antihistamínicos son compuestos medicinales que se utilizan con mayor frecuencia en el tratamiento de las alergias. La clorfenamina y difenhidramina son antihistamínicos de primera generación que inducen la sedación. Entre sus efectos se encuentran alucinaciones, confusión, agitación, psicosis, cardiotoxicidad, convulsiones y coma. En los años recientes la difenhidramina fue popularizada en TikTok cuando adolescentes, principalmente en los Estados Unidos, participaron del #BenadrylChallenge. Este reto viral consistió en ingerir deliberadamente grandes cantidades de Benadryl (difenhidramina); algunos de ellos fallecieron por la intoxicación con este medicamento y cientos entraron a servicios médicos.

Antidepresivos: Los antidepresivos son medicamentos que se utilizan en el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de estrés postraumático. En general, los antidepresivos se pueden dividir en los siguientes grupos: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); inhibidores de la recaptación de serotonina/norepinefrina; antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Los efectos incluyen sedación, somnolencia, confusión, coma, delirio depresión respiratoria, midriasis, sequedad en la boca, pérdida de conciencia y convulsiones.

Anestésicos disociativos: Los más comunes son la ketamina y la fenciclidina (PCP, o polvo de ángel). Entre los efectos de estos anestésicos se encuentran: delirio, alucinaciones vívidas, depresión respiratoria leve, confusión, irracionalidad, vértigo, movimientos involuntarios, dificultad para hablar, retraso en el tiempo de reacción, euforia, imagen corporal alterada, analgesia, amnesia y coma.

GHB (ácido gammahidroxibutírico): Es un metabolito natural del neurotransmisor ácido gammaaminobutírico y, por lo tanto, es una sustancia endógena que actúa como neurotransmisor cerebral, esto complica la cuantificación de GHB que proviene de sumisión química. Sus efectos empiezan rápidamente y son de corta duración desapareciendo rápidamente de los fluidos biológicos. Cuando se ingiere en pequeñas cantidades da sensación de euforia, desinhibición y relajación. Sin embargo, también puede producir somnolencia, sueño profundo que no responde, disminución del movimiento muscular, náuseas, convulsiones, amnesia, pérdida de conciencia y paro respiratorio. Sustancias relacionadas al GHB como la gamma-butirolactona (GBL) o 1,4-butanodiol (1,4-BD) producen efectos similares, pero a menor cantidad de la sustancia.

Escopolamina: Es un alucinógeno que se encuentra en plantas de la familia de las solanáceas, incluyendo los géneros Datura o Brugmansia (cacao sabanero, floripondio o borrachero). Los efectos incluyen disminución de la secreción glandular a nivel general produciendo sequedad de piel y mucosas, sed, dificultad para deglutir y hablar, pupilas dilatadas con reacción lenta a la luz y visión borrosa para objetos cercanos. El consumo de escopolamina también se manifiesta con enrojecimiento de la piel por vasodilatación cutánea y disminución de la sudoración e hipertermia marcada. Produce también retención urinaria por espasmo del esfínter. Con dosis muy altas se desencadenan arritmias cardíacas, taquicardia severa, fibrilación, insuficiencia respiratoria, colapso vascular y muerte.

La amnesia anterógrada, las alucinaciones y el comportamiento sumiso son síntomas destacados en las víctimas de delitos facilitados por la escopolamina. La forma más común de administración es la vía oral de la infusión de las flores de esta planta. Una vez ingerida, esta se absorbe rápidamente en el tracto digestivo y se distribuye ampliamente en el cuerpo causando efectos prolongados. En algunos casos los extractos de escopolamina han sido mezclados con medicamentos como las benzodiacepinas para evitar la agitación psicomotora de la víctima. Por otra parte, la escopolamina no hace parte de las sustancias que más se detecten en los análisis forenses, así como es poco probable que sea administrada por contacto con la piel o vía área.

Opioides sintéticos: Aunque no son tan ampliamente utilizados para la sumisión química, hay casos donde a la víctima se le detectó alguna sustancia opioide. Estos medicamentos se usan para el tratamiento del dolor y la anestesia. Dentro de los efectos se encuentran la analgesia, sedación, contracción de la pupila, euforia y depresión respiratoria.

Otras sustancias: En diferentes estudios, la edad aproximada de las víctimas de sumisión química oscila principalmente entre los 14 y los 30 años, edad frecuentemente asociada a ambientes donde se consumen alcohol y SPA con fines recreativos. Por ello, en muchos casos es difícil separar el consumo voluntario del inducido por quien comete el crimen. Varios estudios detectaron en los análisis toxicológicos SPA, que son comunes en los espacios de fiesta tales como cannabinoides, cocaína y MDMA.

¿Quiénes pueden ser víctimas?

Aunque también afecta a los hombres, las mujeres son las principales víctimas de la sumisión química, especialmente en los casos que tienen que ver con abuso sexual. Estudios epidemiológicos de España, Países Bajos, Estados Unidos, Sudáfrica y Nueva Zelanda muestran que más del 90% de las víctimas de ASFD son mujeres. Esta violencia provoca efectos devastadores en el ámbito físico y psicológico que se pueden observar a corto y largo plazo.

¡No es tu culpa!

Muchas personas que sobreviven a los ataques de sumisión química tienen fuertes sentimientos de culpa. Pueden sentir que su elección de beber o usar SPA las puso en una situación peligrosa. Es importante recordar que, si ocurre una agresión, incluyendo abuso sexual en estas circunstancias, no es culpa tuya. Cuando se elige usar SPA o alcohol no se está eligiendo sufrir un robo o un abuso sexual. La culpa de estos crímenes recae SOLAMENTE en el perpetrador. 

¿Qué precauciones se debe tener?

  • Tener mesura con el consumo de bebidas alcohólicas, particularmente, en lugares concurridos o espacios abiertos. La moderación será clave para evitar inconvenientes en general.
  • No perder de vista el recipiente del cual se está tomando (botella, copa, vaso, etc.) en especial cuando se está en bares, clubes, discotecas, etc.
  • Evitar recibir bebidas, comidas y cigarrillos de personas desconocidas. Es importante también tener precaución con las bebidas que se compran en la calle.
  • Evitar salir a bares sin compañía y siempre informar a alguien de confianza la ubicación y sus desplazamientos, principalmente en las horas de la noche.
  • Si se tiene algunos efectos como los mencionados, es importante que informe a alguien de confianza sobre el estado en que se encuentra.
  • Ante una sospecha de sumisión química se puede desencadenar un ataque de pánico con síntomas como taquicardia, dolor en el pecho, dificultad para respirar y mareos, síntomas que también pueden asociarse a una crisis de ansiedad. Es importante tratar de mantener la calma.
  • Ante una sospecha de sumisión química se puede desencadenar un ataque de pánico con síntomas como taquicardia, dolor en el pecho, dificultad para respirar y mareos, síntomas que también pueden asociarse a una crisis de ansiedad.

Esté alerta:

  • Si alguien coacciona o presiona a alguien más allá de su zona de confort para que ingiera más drogas o alcohol o sustancias diferentes de las que se siente cómoda.
  • Si alguien ignora o se niega a ayudar a otra persona que dice que ha bebido demasiado o que está teniendo una experiencia negativa con las drogas y necesita ayuda.
  • Si alguien inicia contacto sexual con alguna persona que está intoxicada o inconsciente y que por lo tanto es menos probable que se resista.
  • Si alguien se niega a decirle a otra persona lo que hay en la bebida o la dosis de alguna sustancia psicoactiva que está ofreciendo.
  • Si detecta que alguien pueda estar manipulando o transportando a otra persona que esté indefensa.

¿Qué se debe hacer en caso de ser víctima de sumisión química?

  • Acuda rápidamente a un centro médico. Una de las propiedades de las sustancias utilizadas en la sumisión química es la corta vida media, es decir, la cantidad de tiempo que el cuerpo requiere para metabolizar la mitad de su cantidad inicial suministrada. Cuanto más tarde se realicen los exámenes toxicológicos, más difícil es la detección de estos.
  • Presente la denuncia formal ante las autoridades. También hay que considerar que puede haber trabas burocráticas en el proceso judicial y en el sistema de salud. Así como discursos revictimizantes que pueden llevar a que no se denuncie el caso.
  • Hay que considerar que varias de las sustancias que se usan en la sumisión química causan amnesia anterógrada e inconsciencia. Es probable que lo último que se recuerde no sea lo último que pasó antes de empezar los efectos y esto complica la investigación. Además, es posible que la víctima presente confabulaciones.
  • Es indispensable que la víctima informe sobre las sustancias que consumió voluntariamente para facilitar la investigación, incluyendo las SPA y medicamentos que pudieron ser tomadas antes del suceso. Los análisis toxicológicos pueden detectar las sustancias mediante el análisis de marcadores específicos y metabolitos de las sustancias sin diferenciar cuales fueron administradas voluntaria o involuntariamente.

En caso de abuso sexual:

  • Acuda a un centro médico lo más pronto posible. En ese caso no se debe duchar ni limpiar las partes íntimas ya que se remueve fluidos corporales de quien comete el delito y se evita el esclarecimiento de la situación. Tampoco se debe limpiar la ropa para evitar la remoción de fluidos corporales o sustancias suministradas por el agresor.
  • Es importante acudir al centro médico para la prescripción de profilaxis post-exposición en víctimas de abuso sexual. Esta es obligatoria si la persona expuesta consulta al servicio médico dentro de las 72 horas después de ocurrido el evento y pretende prevenir infecciones de trasmisión sexual (ITS) incluyendo al VIH y embarazos como consecuencia del abuso sexual.
  • En Colombia, el centro médico debe activar el código fucsia que es la activación del Protocolo de Atención Integral para Víctimas de Violencia Sexual, para que se haga la valoración respectiva y se brinde los primeros auxilios psicológicos y seguimiento del caso incluyendo la notificación a las autoridades judiciales.

Conclusiones

Los casos de sumisión química no solo se dan por el suministro de sustancias por quien ataca, sino también esta puede aprovechar la vulnerabilidad de quien está bajo los efectos de las sustancias psicoactivas. Las precauciones no solo están dirigidas a las personas usuarias de SPA ilegales, sino también a quienes consumen alcohol; la cual es la sustancia más detectada en los casos de sumisión química.

El alcohol produce desinhibición, lo que hace disminuir las barreras de defensas y posiblemente generar empatía con personas desconocidas. Es importante tener mucha precaución con las personas que ofrezcan bebidas y SPA y que son ajenas al grupo de gente con las que se está compartiendo.

En la literatura no existen evidencias concluyentes que por vía área o con solo el contacto con la piel se suministren sustancias sedantes como las mencionadas. Los casos de sumisión química corresponden a sucesos relacionados con la ingestión de un gran número de sustancias reportadas, muchas de ellas en contextos de fiesta.

Gran parte de las sustancias reportadas en la sumisión química producen amnesia retrógrada, por lo tanto, es posible que lo últimos sucesos que reporta la víctima no necesariamente corresponden a las circunstancias en la que se cometió la sumisión química. Por esta razón, es importante tener cautela con los relatos que se comparten en redes sociales.

Referencias

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